Cartas a dominga

Señorita doña dominga.

Le escribo estas letras con el apresurar a pausa.

Por eso de considerar ausencias de instancias en las que su presencia haya coincidido con la mía.

Le quiero con esto extender la mas cordial de las invitaciones a un posible buen episodio.

Es cierto que ustéd no sabe nada de mi.

Y también es cierto que no se pierde de nada exepcional.

Soy solo un común que tiene esta vieja manía de escribir como se hacía antes.

De ustéd tampoco sé mucho.

solo conozco su voz, que contrario a la creencia popular es la verdadera ventana hacia el alma ( si Cree en esas cosas).

Y que bonita y caótica se vé reflejada su alma cuando ustéd canta.

Le conozco también a su hermana, milena. Quien aún no sabe de mis inclinaciones hacia ustéd.

Ella me habla tanto de ustéd dominga y me nuestra sus canciones como los himnos propios y polivalentes que son.

Según ella sus canciones , dominga, son su vivo retrato .

Ahora.

Sé muy bien que el tiempo en el que vivimos no permite que dos personas tan polares como usted y yo tengan( y valga la redudancia) tiempo para saber el uno del otro.

Pero pretendo con esta introducción convencerla de que es lo correcto esto de que yo la busque y usted se deje encontrar.

Aunque nos falte tiempo.

Y aunque al resto le sobre.

Siguiendo con la invitación previamente extendida.

Quisiera pedir de ustéd un intercambio, para que entre los dos no existan reservas, ni  tardíos. Y podamos entablar por vez primera una conversación de esas que lo dejan a uno pensando.

Yo podría por ejemplo llevarle unos cigarrillos de esos que fumo a rato y por costumbre. Y ustéd esa sonrisa que me imagino que no regala a cualquier Fulano.

No se.

A mi me parece justo.

O talvez le lleve a usted una de mis tardes sin resaca, que son escasas.

Y ustéd lo que atrapan sus párpados y así me mira.

Señorita doña dominga.

Yo sé que no encaja.

Esto de que un loco de por ahí le ande pidiendo tardes.

Pero es preciso señorita porque el arte se me anda muriendo.

Y el suyo florece y florece.

Como mi dulce y muerta frida cuando perdió la pata y perdió a su diego,

pero estalló en pintura.

que há perdido ustéd?

que le hizo estallar en voces y raspazos a la cuerda en su guitarra?

que la hace tan " película indie", tan aterradoramente sencilla.?

señorita doña dominga.

esas son las preguntas que espero responda nuestra visita al mismo sitio.

si acepta , por algún azar de la vida, esa suya .esta invitación a conversar con un extraño.

Estaré esperando cada martes a las cuatro en frente a la pileta del parque a que alumbre la estancia su presencia y nos fumemos ese cigarrillo del que le hablé antes y usted quizá me suelte una de sus sonrisas.

El que con execrables ansias la espera.

xavier valdez.