Fue un momento de innegable pureza cuando él, cohibido por un rechazo antiguo le propuso a ella, autora del rechazo, que se siente a su lado.
compartiéron dos veredas separadas por una columna, lo cual limitaba su comunicación a los acordes de sus instrumentos.
Despejado de todo mal y todo bien el idiota abrió la boca y musitó: " Te sientas aquí conmigo?" ella asomó la cara por encima( o alado) de la columna y creó un metainstánte, el cual contenía todos los instantes.
Luego de los eones que transcurrieron para él , esperando una respuesta.
Ella dijo: " No, gracias".
Él se hechó en su vereda a mirar las nubes que tenían todas la forma de ella.
Mientras que su vecina, para la cual esos eones fueron casi instantáneos
Asomaba sus piernas blancas para que el sol les dé un poquito de vida.
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