Tu eres un dolor que me ortiga.
que me abalanza el índole.
y desvía mis trágulas.
Tu ser tan fría me há evaporado los quieros.
Ahora solo tengo debos,tengos, temos, todos tontos.
y ya no te tengo tuya.
Ni me quieres mío.
Llegó el minuto de soltarte
y dejarte ajena.
De con las dos manos despedirte toda.
y saludarme nada.
Tu eres un dolor que me ortiga.
que me calma los fuegos que tú causáste.
que me irrita los ojos y nunca, nunca me deja quieto.
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