Un mar hediondo a prostituta se traga los barquitos de papel que con tanto esmero doblaste.
Son billetitos verdes, orgánicos, frescos y buenos para uno.
Tú eres muy bonita y yo soy bueno.
Ahí está la historia del mundo!
Tu te fuiste bailando y yo me quedé acá con la convulsión que es mi baile.
Si me das un beso le perdono la vida al mundo.
Te revuelcas fácil entre los perfumes del que te quiera y casi sin querer queriendo.
Tu hogar está afuera, entre la vereda y el prado. Entre mi mirarte ebrio y el lamento de tus ojos.
Si sonríes los temblores se calman.
Vuelas siempre que sales de acá. Porque tienes prisa de ciudad con fiesta. Deja muerdo la manzana y caigo.
No me dejes darte flores que lo tuyo es más bonito.
No me dejes darte todo.
Si tus ojos quieren se hace de día.
Las tripas del tiempo nuestro van por el suelo. Escucho azufre y lentejuelas. Una morena de allá por los veinte.
Los relojes me piden pausa porque no pueden parar a verte.
Yo apuñalo de nuevo al tiempo.
Y así te tengo un ratito más.
Un poquito menos.
Xv